conócenos

Tenemos muchas cosas en común, pero en especial dos grandes pasiones: nuestros hijos, y la fotografía. Las dos ocupan mucho tiempo. Así que pensamos que sería buena idea recopilar todo lo que hemos ido aprendiendo en estos últimos años y organizarlo un poco. Así nació este blog, que os presentamos con toda nuestra ilusión, esperando que os pueda resultar útil.
Aquí encontrarás todo lo que necesitas para sacar el mejor partido a tu cámara y disfrutar documentando tu vida y, muy especialmente, la de los tuyos: tutoriales, inspiración, consejos, páginas sobre fotografía, recomendaciones de equipo y muchas sorpresas más! Y además esperamos contar con tu participación!
Nos encanta "cazar" con nuestras cámaras momentos cotidianos, pedacitos de nuestras vidas que tendrán un valor incalculable dentro de unos años. Y queremos hacerlo bien. Por eso seguimos aprendiendo.
Por eso estamos aquí.
     Para mis amigos de la adolescencia siempre he sido "la de la cámara". Desde muy joven, allá en Galicia (donde viví mis primeros 25 años) no había campamento, reunión de amigos u ocasión especial donde no estuviera yo "documentándolo" con alguna compacta. Ni recuerdo cual fue mi primera cámara, tengo algún vago recuerdo de la cámara de mis padres, y de las primeras que usé yo... y de la cantidad de dinero que gastaba en revelar carretes! Pero tengo álbumes y álbumes de aquella época, de la Facultad, de los campamentos de verano, de mis pandillas... que son impagables, no por las fotos en sí (malísimas), sino por los recuerdos que me traen. El mundo digital me llamó la atención enseguida, básicamente por el ahorro en revelado (y tantas fotos malas!!) que me iba a suponer! Compré mi primera compacta digital en la navidad del 2003, y enseguida se convirtió en parte de mí, especialmente porque me permitió documentar mi primer embarazo en el 2004 y los primeros meses de vida de mi hijo. Cuando mi marido me regaló una nueva cámara compacta, con funciones manuales, se abrió todo un mundo para mí. Empecé a "estudiar" los tutoriales que encontraba en Internet, a investigar toda la parte "técnica" de la fotografía, aprendí a usar los modos manuales de la cámara... y eso me llevó inevitablemente a querer pasarme a una réflex digital, mi Canon 400D. Desde entonces no he dejado de aprender cada día, con mis tres hijos como principales modelos ...¡y maestros!. Ellos me han obligado a aprender nuevas formas de hacerles fotos, a fuerza de posados con sonrisas fingidas o carreras por el pasillo escapando de la cámara. Con muchísimo por aprender todavía, decidí hacer un 365, un proyecto con el que documentar un año entero de nuestra vida con al menos una foto al día. Lo recogí todo en un blog que es mi pequeño tesoro. Las fotos son muy mejorables, pero esos momentos cotidianos tienen para  mi un valor incalculable, que sé que será cada vez mayor a medida que crezcan los niños.
     La fotografía ya es parte de mí, no puedo ni quiero dejar de hacer fotos de cada uno de esos momentos que quisiera congelar, pero que tengo que conformarme con fotografiar... y volverlos a disfrutar año tras año.


Puedes encontrarme en...

     Me llamo Eva, nací en A Coruña (Galicia) y debió parecerme un buen sitio para quedarme a vivir porque aquí sigo. Médico de profesión, a la que ahora me dedico a tiempo parcial para poder disfrutar un poco más de mi recién estrenado trabajo de mamá y, de paso, alimentar también mis muchas otras pasiones, especialmente, disfrutar de la compañía de mi F, parlotear con mis amigos, dar largos paseos, viajar, comer cosas ricas y, por supuesto, hacer fotos! A mi madre le gusta conservar esos  momentos “especiales” de la vida en álbumes y en cientos de marcos que invaden toda su casa. Tenemos guardadas miles de fotos, algunas desde hace mucho tiempo, como las que intercambiaron mis abuelos cuando eran novios allá por 1924... Así que supongo que todo viene de ahí, aunque hace relativamente poco tiempo que soy yo la que hace “clic”.
     Me regalaron mi primera cámara cuando cumplí 23 años. Una compacta de Olympus, analógica!! con la que retraté algunos momentos (pocos!) de mi vida universitaria (que pena me da no conservar más imágenes de aquellos años!) Pero fue realmente con la llegada de la fotografía digital (y de mis primeros viajes por el mundo) cuando empecé a interesarme de verdad por hacer fotografías que fueran más allá... Soy impaciente por naturaleza, así que la posibilidad que me ofrecía esta nueva tecnología de ver los resultados al momento, y poder así rectificar sobre la marcha, corregir fallos, experimentar, probar una y otra vez... me pareció una forma rápida y sencilla de aprender, perfecta para mí. Ensayo y error en un minuto y sin arruinarse en revelados! Así que, allá por el año 2005, después de leer un par de libros sobre fotografía y planear uno de mis viajes más deseados (Tanzania al fin!) me decidí a comprar mi primera reflex digital. Desde entonces viajar ha sido mi mayor inspiración... hasta que llegó el momento de ampliar nuestra familia de dos + gato. Ahora me “inspiro” cada mañana cuando abro los ojos y veo la carita de mi pequeña Valentina que ha llenado nuestros días de cientos de momentos especiales (y si, otros días también gruño por ver su carita... demasiado temprano! :-P) El tiempo pasa volando, ahora más que nunca, y tengo muy mala memoria. Ayer estaba achuchando a mi peke por primera vez y hoy ya está correteando por ahí. No puedo (ni quiero!) detener el tiempo, pero me gusta saber que algunas de estas experiencias que vivo en estos momentos quedarán a salvo de amnesias y olvidos. Y espero que, cuando mi hija tenga edad suficiente, estos recuerdos que su mamá “enlató” para ella ilustren los relatos que le contaremos de esta época a la que su memoria no podría volver de otro modo.


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- Nuestros 365 días y 52 semanas
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